domingo, 12 de junio de 2011

POR UN NUEVO HORIZONTE DE SENTIDO: EL BIEN COMÚN Y EL BUEN VIVIR


POR UN NUEVO HORIZONTE DE SENTIDO:

EL BIEN COMÚN Y EL BUEN VIVIR



El 05JUN11 los ciudadanos del Perú han cerrado un capítulo de su historia signado por el miedo, abriendo otro pleno de esperanza. Esta primera lectura que la victoria de la propuesta de LA GRAN TRANSFORMACIÓN nos permite, no debe hacernos olvidar de permanecer siempre vigilantes ante los riesgos que todo proceso de cambios implica.


La sola voluntad de cambio no es suficiente sino está acompañada del conocimiento de la realidad profunda, su historia y sus proyecciones, así como de las reales capacidades de los actores que asumen esa voluntad de cambio. Voluntad y capacidad son atributos de los que han dado abundantes muestras los actores que están por el cambio. La mayor debilidad radica en el conocimiento de la realidad sobre la que se va a actuar, la que constituye un complejo entramado de situaciones con historias y proyecciones interrelacionadas y en muchos casos, conflictivas, que deben ser asumidas en su movimiento concreto estableciendo sus determinaciones. ¿Y cuales son esas determinaciones que han marcado la existencia social de los peruanos?¿como explicar las persistentes frustraciones, la fragmentación social, el racismo subterráneo que atraviesa toda la vida social, la oposición regional a los centralismos pero al mismo tiempo la imperiosa búsqueda de un caudillo que encarne a la nación, nación que aún se percibe como "no nacida" o no representada en el juego político institucional?


El conocimiento de la realidad en nuestro caso, se encuentra afectado por el pensamiento dominante que impone un sentido común y una condición de inmediatez, que dificulta tener una clara conciencia de lo que se está jugando en cada problema a resolver. La metáfora de "los árboles que impiden ver el bosque" grafica con mucha propiedad esta forma distorsionada de conocimiento que, al no ver mas allá de lo inmediato, pueden resolver algunos problemas urgentes con el riesgo de imprimir un rumbo que a largo plazo se convierta en un callejón sin salida. Los mayores riesgos provienen de la continuidad del actual estilo de crecimiento, de la política de inversiones y de los tipos de tecnología a promover.





El pensamiento dominante ha impuesto paradigmas de vida y una inercia de sentidos que considera absurdo o imposible, cualquier cambio de rumbo. Algunos de ellos son:



  • Sin inversiones extranjeras no hay crecimiento y sin crecimiento no hay progreso.

  • La destrucción de la naturaleza y la contaminación ambiental son externalidades inevitables.

  • La omnipotencia de la tecnología impondrá la "artificialeza" sobre la "naturaleza".

  • El ideal de vida basado en el consumo, la mercantilización de lo existente y el lucro.

  • El individualismo narcisista que privatiza la existencia individual, ignorando a los otros.

Los puntos señalados constituyen una especie de "sistema operativo" instalado en la mente de todas las personas, a partir de la cual construyen sus pensamientos sobre la realidad y toman sus decisiones de acuerdo con la lógica que ese pensamiento les impone. Si a ese pensamiento le añadimos el desconocimiento de la historia, de las raíces de la situación actual, tendremos también un desconocimiento de las proyecciones que la situación actual tendrá en el futuro. Es decir, se estará actuando a ciegas sobre un presente, impidiendo cualquier posibilidad de cambio: Por mas problemas urgentes que se resuelvan (árboles que se corten) el bosque de problemas seguirá estando allí. Este conjunto de determinaciones que nos impide ver el bosque es lo que algunos científicos sociales han denominado "colonialidad del poder", "colonialidad del saber" y "colonialidad del ser", instalados en la conciencia y en la práctica social de los peruanos que los ha llevado siempre al desencuentro con su realidad y la persistencia de sus problemas.


Si la mirada sobre la realidad se encuentra afectada por ese "sistema operativo mental" que distorsiona la imagen que de ella tenemos, ¿como hacer entonces para que esa mirada nos proporcione una imagen "real y directa" es decir, en su verdadero lugar y magnitud? Evidentemente, lo primero que necesitamos es desprendernos de ese "sistema operativo mental" que no nos sirve. Necesitamos impulsar una especie de "Revolución copernicana" equivalente al cambio que se dio cuando la gente dejo de creer que la tierra era el centro del universo, aceptando que solo era un planeta mas que giraba en torno al sol.


A raíz de la reciente crisis financiera y sus secuelas, se ha podido verificar el verdadero significado del dinero (moneda) cuyo valor ya no reposa en la producción sino en la especulación, pero cuya imagen de poder persiste. Sabemos ahora que una moneda puede ser emitida en función de otros fines, distintos de los de la acumulación. Es posible romper con la fetichización del dinero y devolverle su función original como medio de intercambio. Es necesario desvelar la naturaleza del dinero para romper con ese mito de la necesidad de la inversión extranjera y en general, con la necesidad del dinero para cualquier emprendimiento con interés social.


"Pobreza" es un concepto engañoso y la lucha contra ella, siguiendo la lógica de "el burro y la zanahoria" no representa ninguna solución puesto que se basan en el mismo procedimiento con el que se originó: el sometimiento, la dominación y la explotación.


Necesitamos también tomar conciencia de la vulnerabilidad de nuestros ecosistemas; de lo irreversible de su destrucción provocada por las actividades extractivas y el impacto que ello va a tener sobre la vida en general. En el Perú vemos con preocupación el retroceso de los glaciares, la contaminación de las fuentes de agua, los proyectos de trasvase de cuencas para atender la demanda urbana y la actividad agroexportadora de los valles costeños; los proyectos hidroenergéticos con grandes embalses que arrasan bosques y obligan al desplazamiento de las poblaciones asentadas dentro del futuro espejo de agua. Todos estos proyectos nos son impuestos en nombre de un supuesto "interés público" que sin embargo no es otro mas que el mismo interés del capital de contar con la infraestructura necesaria para su crecimiento. ¿Quién define lo que es el interés público?¿Son externalidades justificables la destrucción de naturaleza, el despojo y desplazamiento de poblaciones?


La tecnología ha venido a constituirse en un semi-dios capaz de disputarle a todas las divinidades existentes la "re-creación" de la vida y su tutela. La geoingeniería y la ingeniería genética actúan ya intentando modificar la naturaleza y las condiciones de vida, de la mano con toda la parafernalia robótica, informática, electrónica y demás. ¿Cual es nuestra ubicación en ese mundo? ¿la destrucción/manipulación de la naturaleza es algo inevitable e imprescindible para seguir el viaje hacia el futuro?¿No existen acaso tecnologías alternativas como la Biomímesis, que pueden garantizar la integración "naturaleza-conocimiento"?¿No es posible recuperar, validar y actualizar tecnologías andinas prehispánicas, que permitan un equilibrio con el entorno natural? Con el rumbo actual, se producirá una mutación hacia un tipo de Cyborg, pero la brecha tecnológica nos dejará fuera de carrera, condenándonos a la desaparición como especie.


Se nos dice que el mercado es una especie de dios contra el que no podemos rebelarnos. Pero no se nos dice que los dioses son también creaciones humanas que tienen tantos rostros como grupos humanos puedan existir. Necesitamos un mercado a imagen y semejanza de nuestras necesidades y aspiraciones. Un mercado que permita un intercambio justo sobre la base de una multireciprocidad cuyo medio de intercambio sea el tiempo de trabajo invertido (Bancos de tiempo).


Y ese nuevo "sistema operativo mental" deseado, que es una especie de mesías que habrá de libertarnos de la esclavitud del individualismo, del afán de lucro, del consumismo, de la mercantilización de la vida, de la lógica implacable del capital, ya existe. Ya habita aquí entre nosotros. Son dos, los portadores de esta nueva forma de pensar: Los pueblos que resisten y luchan contra las inversiones extractivas y grandes obras de infraestructura, defendiendo un "Bien común"; y los científicos e intelectuales de todo el mundo que han ido elaborando una visión alternativa que permita revertir la destrucción de la naturaleza y defender las condiciones de vida en el planeta tierra, configurando una nueva imagen de el "Buen vivir". Esto nos obliga a cuestionar la idea del "progreso", de la "sostenibilidad del crecimiento" y plantearnos la necesaria alternativa que desconcentre y revierta la tendencia actual.


La primera tarea es reflexionar sobre la ambiguedad del concepto de "Bien público", en cuyo nombre se cometen tantos atropellos y despojo contra las poblaciones que tuvieron la mala suerte de habitar en territorios estratégicos codiciados por el capital. La idea de lo "público" que por ser de todos no es de nadie en particular, estando su gestión a cargo del estado, nos obliga a una redefinición del "estado" para orientarlo a desconcentrar su poder, promoviendo el acceso a la toma de decisiones de sectores cada vezs mas amplios de la población. En este proceso, un elemento central será la conformación de un nuevo sector de la economía, en base a Unidades Productivas Autosuficientes, no-públicas y no-privadas, que se constituyan en el actor central de LA GRAN TRANSFORMACION.


Lima, 12 de junio del 2011


Calixto Garmendia