sábado, 29 de enero de 2011

MATRIMONIO PARA TODOS O ABOLICION DEL MATRIMONIO


MATRIMONIO PARA TODOS O ABOLICION DEL MATRIMONIO

La campaña electoral, mas allá del espectáculo farandulero, constituye una oportunidad para plantear temas que vinculen lo cotidiano con lo estratégico, rescatándolo del oportunismo manipulador centrado únicamente en captar votos, sin intenciones reales de concreción.

La propuesta de unión civil entre dos personas del mismo sexo, es uno de esos temas que --bien planteados-- pueden abrir un espacio de reflexión sobre la vigencia de la institución del matrimonio.

Opiniones como las expresadas pòr Luis Bambarén, obispo de Chimbote, "Porque hablan de gay, gays, hablemos en castellano, en criollo: maricones, así se dice...", grafican el pensamiento dominante de la sociedad peruana, que sigue siendo colonial/patriarcal.

Por otro lado, quienes sostienen que la promoción del matrimonio entre personas del mismo sexo constituye un paso progresivo hacia una sociedad abierta y mas libre, olvidan la naturaleza misma del matrimonio y su desarrollo histórico como soporte simbólico de un orden social basado en la desigualdad y el autoritarismo. El concepto "matrimonio" denota la formalidad de la unión conyugal en su condición de permanente, definido como la unión "legítima" entre "marido " y "mujer", para diferenciarlo del concubinato o la simple fornicación. En estas condiciones, el matrimonio implica relaciones de posesión y sujeción, que consolida una relación de poder de naturaleza patriarcal.

En consecuencia, el supuesto sentido libertario del matrimonio entre dos personas del mismo sexo, resulta inconsistente a la luz de la perspectiva histórica de la lucha por la libertad y la autonomía personal.

Frente a ello, la alternativa sería ABOLIR EL MATRIMONIO reemplazándolo por normas de cohabitación, que sean indiferentes al sexo de los cohabitantes y permita incluso, mas de dos personas en la unión. Esto se fundamenta en que, a través de la historia, el matrimonio se ha basado mas en aspectos patrimoniales y de propiedad mas no, en el amor y la voluntad de vivir juntos. Siempre han existido seres humanos que se han reunido para convivir juntos sin esperar la autorización de nadie.

Como hemos visto, el pensamiento dominante sigue prisionero de las tradiciones patriarcales que sobrevaloran la institución del matrimonio. Sin embargo, a estas alturas de la historia, no hay nada que pueda impedir a dos (o mas) persona(s), disfrutar de una convivencia, tener descendientes, entre otras cosas, que antaño eran atributos exclusivos del matrimonio.

Existe sin embargo, al interior de muchas personas, un temor a la incertidumbre, que les hace ver al matrimonio como una tabla de salvación. El hecho que muchos matrimonios sobrevivan a duras penas sin disolverse, no significa que el amor y la pasión sigan siendo su soporte; sino porque los divorcios no son solo costosos en términos monetarios sino sobre todo, en salud emocional por el temor a enfrentar los conflictos no resueltos, los sentimientos de culpa, la castración subliminal, que en buena cuenta representan un miedo a la libertad.

La necesidad de reducir hasta eliminar la violencia de género (las estadísticas de femenicidio son alarmantes) nos obliga a poner en debate la vigencia de la institución del matrimonio y todo lo que ello implica: Familia y reproducción.

Estamos en un período de transición en el que viejos valores se están derrumbando; pero al mismo tiempo, hay otros que están renaciendo o consolidándose. ¿En que brújula confiar nuestro rumbo? Cada individuo es responsable ante si mismo, en su ámbito de influencia, y ante la sociedad, por los valores de los que es portador. Propiciemos aquellos valores que fomentan la autonomía personal.

Calixto Garmendia

domingo, 9 de enero de 2011

DEMOCRACIA, INSTITUCIONALIDAD Y FUTURO: RENIEC, ¿MAS DE LO MISMO?

DEMOCRACIA, INSTITUCIONALIDAD Y FUTURO: RENIEC, ¿MAS DE LO MISMO?

"Para mis amigos, todo....Para mis enemigos, la ley", era la expresión que graficaba el manejo de los asuntos públicos en el Perú señorial, anterior a la reforma agraria; época que añoran con nostalgia, los epígonos de "zavalita", entusiasmados ahora con la aparente "bonanza económica" que, nos dicen, harían del Perú un país del primer mundo, si seguimos por el "camino correcto".

En "La promesa de la vida peruana" el historiador Jorge Basadre señalaba que, el abismo social y el estado empírico, estaban en la base de los males del Perú: "Desmán condenable del diputado, del gamonal, del alto o pequeño funcionario, del poderoso, grande o menudo; enriquecimiento súbito del prevaricador; oratoria vacía y vana del que, en sus adentros, se ríe de sus frases comunes por cualquiera transitadas; ocio costoso del diplomático inutil; negligencia y rutina del burócrata hostil, en daño o desmedro del derecho claro y del interés legítimo; intriga sórdida de las camarillas; violación mendaz de los derechos del pueblo; calumnia vil en el pasquín o en el corrillo que quienes a si mismos se llaman caballeros suelen auspiciar o amparar..." Todo eso era el Perú, desde la mirada del joven Basadre.

Esa carencia de institucionalidad en la época de la "República aristocrática" no era gratuita. El manejo despótico de los asuntos públicos era necesario para mantener la continuidad del modelo señorial de exclusión social: Los señores, con sus socios y allegados, usufructuando los recursos nacionales y los negocios del estado. Para todos los demás, solo quedaba el "calla, reza y trabaja".

Con la privatización de la política y el estado a partir de la década del 90, ha vuelto nuevamente el viejo modelo señorial, adapatado ahora a las condiciones de la sociedad del espectáculo, convirtiendo en farsa y farándula los procesos democráticos que deberían estar modelados por la transparencia.

El contraste entre la propaganda que difunden los medios y la realidad, se evidencian a cada paso, cada día, y en todos los ámbitos de la vida social. Lo vemos en el bochornoso espectáculo de la campaña electoral que recién comienza; pero también, en la grosera manipulación de las instituciones que deberían estar al margen de los intereses políticos y mercantiles, herencia de ese viejo mal que señalaba Basadre. Políticas como las de "el perro del hortelano" y frases como las de "no puedo imponer un presidente, pero si puedo impedir que gane quién no me gusta...", evidencian de manera inobjetable que "el abismo social y el estado empírico" siguen vigentes en pleno siglo XXI.

Sobre este tema, hace unas semanas el programa televisivo CUARTO PODER difundió un informe sobre la corrupción en RENIEC, presentando una entrevista en la que la ex gerente de asesoría jurídica, Dra Patricia Zavaleta, denunciaba la manipulación del caso Cataño, para favorecer a Lourdes Flores, entonces candidata favorita de palacio de gobierno a la alcaldía de Lima. Ahora, vemos con preocupación lo publicado en dos diarios: de Mirko Lauer, publicado el viernes 07, en su columna de LA REPUBLICA (Otorongos del DNI); y la de Raul Wiener, publicada hoy domingo 09, en el diario LA PRIMERA (Manipulan designación de nuevo jefe de RENIEC)

¿Que clase de democracia es esta, en donde los procesos democráticos son una farsa, necesarios para convalidar una elección impuesta desde el poder?...¿esta euforia por el crecimiento económico, volverá a ser una "prosperidad falaz", otra oportunidad perdida por acción de los corruptos de siempre, e inacción de los ciudadanos democráticos?...¿Que futuro nos espera con instituciones sometidas al poder político o mercantil?...Si, el Perú avanza...pero no sabemos hacia donde.

CALIXTO GARMENDIA