10 DE ABRIL: ENTRE EL MIEDO Y LA ESPERANZA

10 DE ABRIL: ENTRE EL MIEDO Y LA ESPERANZA

El proceso electoral ha entrado en su tramo final, y las alternativas ahn quedado claramente delimitadas entre El miedo de los dueños del poder y La esperanza de los pueblos del Perú. Cuatro candidatos de la vieja derecha, que representan a los grupos de poder que han controlado el estado los últimos 20 años, se esfuerzan en vendernos la idea de que nuestro futuro depende de las migajas que nos den de sus cuantiosas utilidades, y que esas utilidades corren el riesgo de acabarse si gana el candidato nacionalista, porque tienen la vana idea de que el escenario del 2006 volverá a repetirse.

En estos últimos 5 años, los pueblos del Perú han podido contrastar la diferencia entre la publicidad oficial y su8 realidad cotidiana. La publicidad oficial nos habla de un crecimiento de la economía, de una modernización de la infraestructura, de una ampliación de servicios públicos y de una rentabilidad y ganancia para los inversionistas. Todos estos supuestos beneficios del modelo económico han pasado de largo sin tocar la puerta de la mayoría de peruanos. Para nosotros, lo que ha crecido es la corrupción, los negociados, los faenones, que reducen los ingresos del estado y atentan contra la transparencia de la gestión pública. Para nosotros ha crecido el empleo precario, desprotegido, sin beneficios, que incrementan las ganancias de los inversionistas. Para nosotros ha crecido el hambre y la desnutrición que atenta contra el desarrollo intelectual de nuestros niños. Para nosotros han crecido la mortalidad y la morbilidad de la mano con la pésima atención en los servicios de salud pública. Para nosotros ha crecido la impunidad, la inseguridad, la delincuencia y el tráfico de todo tipo, alentado por la publicidad consumista que es el motor de este crecimiento económico.

Es justamente este orden de cosas que el programa nacionalista se compromete cambiar, levantando la bandera de La Gran Transformaciòn. Es la promesa y la esperanza de un futuro mejor, construido por todos y para todos, lo que provoca el miedo de los dueños del poder y los lleva a practicar el terrorismo mediático para imponer su miedo, pretendiendo hacernos creer que el fin de sus privilegios es también el fin del mundo para nosotros. Ellos, que siempre tuvieron en sus manos la gestión del estado, nunca se preocuparon por hacer algo de lo que hoy prometen. ¿Porque tendríamos que creerle hoy?

El destino del Perú está en nuestras manos. No queremos ser gobernado por un virrey gringo que solo servirá al interés de las grandes empresas. No queremos un felipillo que vendió su patria por un plato de lentejas. No queremos corrupción. Queremos construir un Perú de todos y para todos.

Este 10 de abril diremos: ¡¡¡GANA PERU!!!

Lima, 03 de abril del 2011

Calixto Garmendia