jueves, 12 de julio de 2012

EL DESENCUENTRO DE CAJAMARCA: ¿QUE ES LO QUE ESTA EN JUEGO?



EL DESENCUENTRO DE CAJAMARCA: ¿QUE ES LO QUE ESTA EN JUEGO?

Cajamarca vuelve a ser escenario de un conflicto que sintetiza la tragedia del origen del Perú como nación. De un lado, los inversionistas mineros amparados en una legislación tramposa, convertida en ley por la dictadura de Fujimori, contando con el apoyo del estado en nombre de la “seguridad jurídica”; y por el otro, el pueblo de Cajamarca, que ha conocido los efectos devastadores de la minería sobre el medio ambiente, desde el momento en que Pizarro secuestró y asesinó a Atahualpa, y que en los últimos 20 años, ha vivido el abusivo despojo de sus terrenos y daños al medio ambiente, por parte de la empresa minera Newmont quien, con el aval del estado, no ha tenido inconvenientes en su práctica predatoria.

Los analistas políticos han insistido en señalar que la falta de comunicación o la licencia social que fueron subestimados por de la empresa y el gobierno, son los elementos centrales del problema. No advierten que el conflicto creado por el proyecto Conga, es uno más de los múltiples conflictos socio ambientales que se están dando en todo el territorio nacional, y en todo el continente americano desde el Cabo de Hornos hasta el Canadá; en América, África, Asia, India, China…en todo el mundo, los pueblos resisten defendiendo sus territorios ante la voracidad de las corporaciones ávidas de minerales con valor estratégico para sus fines.

El escenario contemporáneo nos viene mostrando una intensificación de las lucha de clases, que los voceros del capital habían querido borrar de la historia. El deterioro de las condiciones de trabajo y de la calidad de vida en los países de la llamada “sociedad del bienestar” motivada por la deslocalización de las inversiones y la incorporación masiva de poblaciones rurales al mercado de trabajo en los países emergentes, requiere ser puesto en el centro del análisis, bajo las siguientes consideraciones:

1. La “sociedad del bienestar” solo fue posible gracias a la explotación colonial de nuestros territorios, y a la explotación del trabajo de nuestras poblaciones bajo patrones no propiamente capitalistas.

2. La emergencia de China Popular gracias a la intermediación del estado --surgido de la revolución socialista-- con las corporaciones, que permite a los capitalistas disponer de mano de obra barata que aseguren una alta rentabilidad para sus inversiones, tiene un doble efecto sobre las condiciones laborales y ambientales mundiales: Facilita al capital la abolición de las conquistas laborales en los países de las “sociedades del bienestar” al tiempo que, incrementa la demanda de minerales y recursos naturales que estimula la ambición de los inversionistas por acaparar estas riquezas, iniciando una nueva era de despojo global contra las poblaciones que aún permanecen en los ámbitos rurales del mundo entero.

3. Hoy, con más fuerza que nunca, se evidencia el carácter ilusorio de las propuestas de “crecimiento”, “desarrollo”, “progreso”, “modernidad”, puesto que el rumbo que llevan estas propuestas tienen el mismo destino que el de aquellas sociedades que en este mismo momento están de regreso a la barbarie, al haberse agotado el sostén de su “bienestar”.

4. La agresión contra la naturaleza es una necesidad implícita de la lógica del capital, que necesita garantizar antes que nada, su tasa de rentabilidad oportuna, máxima y segura. De allí que, para los líderes del frente capitalista los temas ambientales no pasen de ser una oportunidad más de hacer negocios aun cuando con ello agudicen las condiciones de desastre ambiental.

No es pues cierto, como sostienen esos analistas, que el problema de Cajamarca se circunscriba a una falta de comunicación en que la empresa exponga las bondades de la inversión minera, por que tales bondades no lo son, no existen. Lo que realmente existe es una ambición desmedida por parte de los inversionistas mineros, de ganar lo máximo posible en el menor tiempo, antes de que se pase su oportunidad. Y por nuestra parte, lo que existe es una necesidad de defender nuestrs condiciones de existencia. La defensa del agua es una lucha POR LA VIDA, y la intransigencia en su defensa solo tiene como alternativa la muerte.

Lo que se está jugando en Cajamarca es mucho más que los 4,500 millones de dólares de inversión minera. Está en juego la posibilidad de ser país, de ser nación. La posibilidad que el Perú tiene para constituirse como la nación que haga realidad “la promesa de la vida peruana” como lo sostenía Basadre. Eso pasa necesariamente por respetar la autodeterminación de los pueblos que aspiran a una democracia y un progreso real, siendo actores de su propio destino.

CONGA NO VA…!!!

Lima, 12 de julio del 2012

Calixto Garmendia



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