¿LIMA PARA TODOS O LIMA SEÑORIAL?
Hemos llegado a un momento en el que con nuestra capacidad de decidir podríamos inaugurar un nuevo tiempo para Lima o simplemente, continuar en la inercia de siempre.
Lima, hoy, es un síntoma profundo de la prosperidad falaz que ha caracterizado a los momentos de bonanza a lo largo de la historia del Perú republicano. La inseguridad expresada en el crecimiento delictivo en sus mas variadas formas; el caos del transporte originado en el crecimiento desordenado del parque automotor que atenta contra la sostenibilidad del servicio urbano de transporte; la contaminación ambiental provocada por el crecimiento desregulado de las actividades industriales y de servicios, cuyos residuos son la principal fuente de contaminación; la corrupción cuya metástasis se ha instalado en todos los niveles e instancias de la gestión municipal.
Estos son algunos de los males de una Lima envejecida que sobrevive en el pensamiento y en la práctica de la exclusión, del arribismo y de la corrupción. Esta Lima, revestida de modernidad y con pretensiones de recuperar la hegemonía que tuvo en su etapa virreynal, representa a los tres socios de la conquista: La cruz, la espada y el capital, que persisten en su misión colonizadora de dominio y explotación, y ese aire señorial de superioridad.
Esta visión exclusiva y excluyente que pretende un gobierno tecnocrático de la ciudad, pretextando una supuesta ignorancia ciudadana y el "conocimiento especializado de sus técnicos", encuentra resistencia y alternativa en la cosmovisión andina, cuyos portadores son los nuevos limeños, descendientes de las oleadas migratorias de los años 50-60. Esta visión es por naturaleza, cooperante, incluyente y abierta, que se apoya en la reciprocidad y no en la competencia.
Es este el punto de quiebre que necesitamos profundizar, empalmando con la recuperación de la memoria histórica que nos permita visualizar la continuidad que viene desde las culturas prhispánicas y preinkas que poblaron este territorio, y se encarna hoy en los nuevos limeños. La importancia estratégica de esta visión reside en la capacidad de innovación, de persistencia, de organización, de cooperación, de generación de conocimiento, de proposición de soluciones en equilibrio con el medio ambiente, atributos todos que corresponen a los pueblos, a las gentes que se encuentran en permanente movimiento y lucha por su sobrevivencia.
La propuesta de LIMA PARA TODOS, al inscribirse en esta perspectiva de Lima milenaria, señala su ruptura con la visión señorial y excluyente, que se esconde detrás del modelo neoliberal cuyos resultados estamos padeciendo: La desregulación de las actividades productivas, la mercantilización de la vida, la desintegración del tejido social, la proliferación de conductas evasivas y actividades delictivas, que no hacen sino profundizar las tendencias autodestructivas de la sociedad.
Frente a la visión neoliberal de la civilización occidental, cristiana, capitalista y patriarcal (Lima señorial), levantamos la propuesta de un renacimiento de la cultura andina expresada en valores como: Inclusión, Reciprocidad, Cooperación, Equidad y Solidaridad (Lima para todos).
FS - SUSANA VILLARAN - ALCALDESA
Calixto Garmendia
Hemos llegado a un momento en el que con nuestra capacidad de decidir podríamos inaugurar un nuevo tiempo para Lima o simplemente, continuar en la inercia de siempre.
Lima, hoy, es un síntoma profundo de la prosperidad falaz que ha caracterizado a los momentos de bonanza a lo largo de la historia del Perú republicano. La inseguridad expresada en el crecimiento delictivo en sus mas variadas formas; el caos del transporte originado en el crecimiento desordenado del parque automotor que atenta contra la sostenibilidad del servicio urbano de transporte; la contaminación ambiental provocada por el crecimiento desregulado de las actividades industriales y de servicios, cuyos residuos son la principal fuente de contaminación; la corrupción cuya metástasis se ha instalado en todos los niveles e instancias de la gestión municipal.
Estos son algunos de los males de una Lima envejecida que sobrevive en el pensamiento y en la práctica de la exclusión, del arribismo y de la corrupción. Esta Lima, revestida de modernidad y con pretensiones de recuperar la hegemonía que tuvo en su etapa virreynal, representa a los tres socios de la conquista: La cruz, la espada y el capital, que persisten en su misión colonizadora de dominio y explotación, y ese aire señorial de superioridad.
Esta visión exclusiva y excluyente que pretende un gobierno tecnocrático de la ciudad, pretextando una supuesta ignorancia ciudadana y el "conocimiento especializado de sus técnicos", encuentra resistencia y alternativa en la cosmovisión andina, cuyos portadores son los nuevos limeños, descendientes de las oleadas migratorias de los años 50-60. Esta visión es por naturaleza, cooperante, incluyente y abierta, que se apoya en la reciprocidad y no en la competencia.
Es este el punto de quiebre que necesitamos profundizar, empalmando con la recuperación de la memoria histórica que nos permita visualizar la continuidad que viene desde las culturas prhispánicas y preinkas que poblaron este territorio, y se encarna hoy en los nuevos limeños. La importancia estratégica de esta visión reside en la capacidad de innovación, de persistencia, de organización, de cooperación, de generación de conocimiento, de proposición de soluciones en equilibrio con el medio ambiente, atributos todos que corresponen a los pueblos, a las gentes que se encuentran en permanente movimiento y lucha por su sobrevivencia.
La propuesta de LIMA PARA TODOS, al inscribirse en esta perspectiva de Lima milenaria, señala su ruptura con la visión señorial y excluyente, que se esconde detrás del modelo neoliberal cuyos resultados estamos padeciendo: La desregulación de las actividades productivas, la mercantilización de la vida, la desintegración del tejido social, la proliferación de conductas evasivas y actividades delictivas, que no hacen sino profundizar las tendencias autodestructivas de la sociedad.
Frente a la visión neoliberal de la civilización occidental, cristiana, capitalista y patriarcal (Lima señorial), levantamos la propuesta de un renacimiento de la cultura andina expresada en valores como: Inclusión, Reciprocidad, Cooperación, Equidad y Solidaridad (Lima para todos).
FS - SUSANA VILLARAN - ALCALDESA
Calixto Garmendia
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