domingo, 8 de mayo de 2011

DEJAR DE QUERER SER LO QUE NO SOMOS




DEJAR DE QUERER SER LO QUE NO SOMOS

Lima sigue siendo "la vieja Lima virreynal" que tanto añoran los conservadores y reaccionarios de siempre. Si miramos el mapa electoral que se está configurando para el 05 de junio, lo primero que salta a la vista es que la voluntad de Lima podría imponerse a la voluntad de todas las provincias del país: Lima contra el Perú. Pero, ¿que es el Perú?, ¿existe el Perú como nación? ¿que es los que nos identifica como peruanos?

Uno de los hábitos de pensamiento predominante en la idea de "nación peruana" es precisamente la justificación del centralismo y la modernización (estado/mercado), que conlleva entre otros aspectos, la necesidad del autoritarismo de la gestión pública (gobernabilidad) y la jerarquización (exclusión) en el usufructúo de los recursos que el territorio posee, así como la imposición tecnocrática frente al conocimiento popular, tradicional o secular. Esa matriz de pensamiento es la que sustenta políticas como las de "El perro del hortelano" que claramente distingue a los ciudadanos equiparándolos con "amo", "hortelano" y "perros" (inversionistas, estado y ciudadanos de segunda categoría), que es el mejor y mas cercano ejemplo de como un "estado nacional" gestionado por gobernantes elegidos por mayoría limeña, imponen su visión de modernización del país. Es el mismo concepto que subyace en la idea que benevolamente sueña con hacer de este país de "indios y mestizos" una "Suiza democrática" o aquellas otras que hablan de "llevar la civilización a las poblaciones atrasadas", y mas recientemente a la de "lucha contra la pobreza".

Los estudiosos de la realidad peruana se han preguntado siempre por lo que le hace falta al Perú para ser nación y constituir un estado realmente nacional. Ellos asumen el paradigma europeo, constatando que las sociedades europeas si son naciones, si son estados nacionales, si son repúblicas de ciudadanos; pero no han mirado desde sus orígenes, el proceso que los ha llevado hasta allí. Desconocen u olvidan que la modernidad europea es un proceso que nació a partir de la colonización de Anérica, que configuró un nuevo patrón de poder y dominación basado en la racialización de las diferencias sociales, el cual subsiste hasta hoy a pesar de la independencia política de las naciones entonces colonizadas.

La tesis sobre la "colonialidad del poder" cambia la perspectiva de análisis al señalar que el problema radica en la pregunta misma, ya que esta es formulada desde la misma mirada de los dominadores, convirtiéndose en un callejón sin salida para los problemas que se propone resolver. La globalización, afirma Aníbal Quijano, es la culminación de un proceso que comenzó con la colonización de América y la constitución del capitalismo-colonial-moderno como un nuevo patrón de poder mundial, apoyado sobre la clasificación de la población sobre la idea de raza, impuesta por la dominación colonial y la racionalidad eurocentrista (si antes, la tierra era el centro del universo, ahora, Europa es el centro del mundo).

En su propuesta, Quijano señala el "trágico desencuentro entre nuestra experiencia y nuestra perspectiva de conocimiento", que nos impide reconocer las limitaciones y riesgos de los procesos de modernización en curso, por su caracter colonial que vienen de la forma en que nuestros paises están articulados al patrón mundial de poder: "Toda nación es hija del poder, aunque se exprese en sus habitantes como una identidad" (Anibal Quijano: Estado-Nacion, ciudadanía y democracia: Cuestiones abiertas"). Modernidad y colonialidad son anverso y reverso de un mismo proceso. El desconocimiento u olvido del proceso histórico que llevó a Europa a constituirse en el centro y eje de la historia universal es lo que produce ese conocimiento distorsionado e incompleto de nuestra realidad. Por esa misma razón es que Quijano propone que ya es tiempo de "Dejar de querer ser lo que no somos".

Desde esta perspectiva entonces, se hace necesario preguntarnos si acaso el modelo idealizado (estado-nación) y el camino propuesto (modernización) no corresponden a nuestra experiencia social y solo nos pueden conducir a una reconfiguración y perpetuación de la dominación y desigualdad (exclusión) social.

La trascendencia de esta propuesta radica en lo siguiente: El mundo entero y en especial, Europa y Estados Unidos, nos muestran hoy un escenario marcado por múltiples crisis (financiera, laboral, ambiental, energética, alimentaria, de valores, etc.) en el que a pesar de todo el avance científico tecnológico, la inseguridad e incertidumbre van ganando terreno imponiéndose desde el poder, métodos y prácticas antidemocráticas, regresivas y oscurantistas que amenazan con liquidar todo el progreso social (estado de bienestar y libertades democráticas) alcanzado hasta el presente. Todo ello se resume en un agotamiento del paradigma occidental de civilización. Frente a esa situación, la reconstitución de nuestra América es un camino inevitable; y dentro de ello, la reconstitución del mundo andino, a partir de la recuperación de su memoria histórica, re-generando nuestra identidad y ocupando el lugar que nos corresponde en la historia de la producción cultural de la humanidad.

Refiriéndose al visión pesimista de nuestra realidad y al paradigma occidental como modelo, dice Quijano: "Aquí la tragedia es que todos hemos sido conducidos, sabiéndolo o no, queriéndolo o no, a ver y aceptar aquella imagen como nuestra y como perteneciente a nosotros solamente. De esa manera, seguimos siendo lo que no somos. Y como resultado no podemos identificar nunca nuestros verdaderos problemas, mucho menos resolverlos, a no ser de una manera parcial y distorsionada." Afirmando que "En ese sentido, la pretensión eurocéntrica de ser la exclusiva productora y protagonista de la modernidad, y de que toda modernización de poblaciones no-europeas es, por lo tanto, una europeización, es una pretensión etnocentrista y a la postre, provinciana."

Desde esta perspectiva entonces, se nos invita a reconocer nuestra realidad "con nuestros propios ojos", mirándonos en lo que realmente somos, en lo que aquí hubo y puede volver a ser, si lo recuperamos, validamos y actualizamos. Recuperar el tiempo perdido mirando hacia el futuro que le pertenece a las generaciones jóvenes, hoy desorientadas por el afán de lucro, ganancia y consumo, impuesto por un modelo de vida individualista y predatorio que ya no tiene futuro. No es pues una "Utopía arcaica" sino mas bien, una "Modernidad alternativa" nacida desde nuestras raices.

Visto así, no tendrían sentido preguntas como las de "¿En que momento se jodió el Perú?" porque la respuesta sería clara e inequívoca: El Perú se jodió al momento de ser concebido porque fue fruto de un acto violento, porque no todos sus habitantes tuvieron derechos ciudadanos sino hasta la constitución de 1979 (voto de los analfabetos). Del mismo modo, quedarían sin piso las pretensiones excluyentes de quienes pretenden profundizar las diferencias ("Incas si, indios no"), porque la historia del mundo andino es mas antigua y extensa que el breve período del Tahuantisuyo, y se compone de una multitud diversa de pueblos y nacionalidades, que han perseverado siempre en su autonomía e identidad frente a todos los centralismos homogeneizadores.

RECUPERAR NUESTRA MEMORIA HISTORICA: ESA ES NUESTRA GRAN TAREA

Lima, 08 de mayo del 2011

Calixto Garmendia


5 comentarios:

  1. El Peru es un mundo donde están encerradas varias culturas como bien has dicho, razas ancestrales antiguas, nuevas y sus multiples combinaciones que han sufrido adaptaciones diferentes según los también variados matices geográficos que nos engalanan(Quiza tengamos una de los grupos humanos mas diversos del mundo). No encontraras un mismo pasado histórico para todos en el que se puedan identificar. Lo único que tenemos en común, es que todos nacimos en este territorio y queremos de una u otra forma que nuestra sociedad nos permita llegar a un ideal de bienestar. Y los limeños estamos entre ellos.
    Esto no lleva a la jerarquización y autoritarismo, lo hacen los malos gobiernos que hemos tenido. Tienes razón en que no debemos idealizar la forma de vida de Europa y USA y que tenemos que plantearnos seriamente el tipo de sociedad que queremos desarrollar viendo otros modelos aparte del europeo (el japonés tiene varios aspectos de madurez social bastante buenos por ejemplo),una tarea titánica de un buen gobierno será integrar a todas esas microsociedades para integrarlas al proyecto de ser un país. Hay lugares donde se debera respetar las costumbres propias de un pueblo o dar a sus pobladores previa educación la posibilidad de cambiarlas, pues no todo el conocimiento popular ancestral es aplicable ad infinitum y muchas veces no se cambia al no conocer otras opciones de vida. La tecnología es una opción que todos tienen derecho a conocer y valorar.
    Estamos atrapados en un sistema capitalista –democratico que si tiene visión colonial, pero no es posible dado el tremendo desbalance de poder escapar a otro tipo de sociedad por el momento, se impone entonces buscar temporalmente el mejor desarrollo posible jugando con las mismas reglas. Eso significa mantener la economía de mercado, pero tratando de generar ingresos propios que nos hagan inmunes a algún bloqueo económico, por ejemplo el turismo, la compra de papeles de deuda, algúna exportación tradicional, etc. De esta manera, la independencia economíca nos permitirá ir poniendo la explotación de materias primas poco a poco en manos de peruanos, aunque esto genere un poco menos de ingresos temporalmente.
    No existe ni siquiera en bosquejo, el perfil social que queremos. Tendria que haber un megaestudio, organizando a la población en nucleos grupales y zonales efectivos, con un agresivo control de la natalidad, inventarizacion de nuestros recursos, calculo de la inversión anual necesaria para el mantenimiento del ecosistema., del necesario para potenciar la agricultura, ganadería y pesca, creando carreteras, mercados zonales, irrigaciones, piscigranjas,pero teniendo no solo la visión de desarrollo local sino de un ingreso para el Estado a mediano plazo.
    No estoy de acuerdo en apoyarnos en el pasado, es demasiado variado. Pero el Estado Inca tuvo ejemplos de organización y disciplina que deberíamos rescatar, en realidad, tenemos que partir de cero, ver que tenemos, que nos falta,quienes somos,que podemos lograr dentro de este sistema y trazar un plan a largo plazo para ir logrando el bienestar que anhelamos, cuidando un manejo económico hábil que nos permita no ser dominados por el colonialismo económico que se va a poner mucho mas intenso en las próximas décadas.
    Y si, es necesario que nuestro sistema educativo rescate los valores perdidos, nuestra sociedad comience a ser un ejemplo de la preocupación del Estado por la persona, a fin de que se vaya logrando paralelamente esa identificación entre todos nosotros y ya no veamos en algún futuro a otro peruano como una competencia a aplastar, sino a un hermano que camina con nosotros

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Se pide disculpas por el hecho, señalando que una falla de Blogger nos ha privado de un valioso comentario; hecho que es totalmente ajeno a la volunatd del editor, quien agradece todas las opiniones que puedan expresar sus lectores.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar